Movilidad eléctrica, un paso a la sostenibilidad

La movilidad eléctrica es un término general que hace alusión al uso de vehículos eléctricos de cualquier tipo, desde bicicletas y automóviles hasta trenes ultra rápidos.

Básicamente, las principales características de estos vehículos es que se accionan total o parcialmente de manera eléctrica, tienen un medio para almacenar energía a bordo (batería) y obtienen su energía principalmente de la red eléctrica.

A diferencia de los que funcionan con gasolina y diesel, los vehículos eléctricos no emiten CO2, principal causante del calentamiento global por efecto invernadero.

El tráfico es responsable del 23% de las emisiones de CO2 en todo el mundo, suficiente motivo para apostar por una rápida transición hacia la movilidad eléctrica.

La movilidad eléctrica, si bien se sustenta en una tecnología, tiene un alcance mucho mayor. Desde el punto de vista de movilidad sostenible, es necesario el avance de la propulsión eléctrica puesto que vehículos con cero emisiones de gases de efecto invernadero representan una mejora sustancial en la calidad del aire y la disminución de ruido.

»Ley 1964 de 210, por medio de la cual se promueve el uso de vehículos eléctricos en Colombia.»

En Colombia se aprobó recientemente la Ley 1964 de 2019, que busca sentar un marco regulatorio sobre el uso e implementación de vehículos eléctricos en el país. La normatividad plantea un concepto legal, entendiendo que vehículo eléctrico es:

Un vehículo impulsado exclusivamente por uno o más motores eléctricos, que obtienen corriente de un sistema de almacenamiento de energía recargable, como baterías, u otros dispositivos portátiles de almacenamiento de energía eléctrica, incluyendo celdas de combustible de hidrógeno o que obtienen la corriente a través de catenarias. Estos vehículos no cuentan con motores de combustión interna o sistemas de generación eléctrica a bordo como medio para suministrar energía eléctrica.”

Dicha definición, permite discernir que la normatividad descarta los vehículos híbridos como un medio de trasporte de movilidad sostenible, por lo que los vehículos automotores impulsados por energía renovables no deben generar emisiones contaminantes al aire ni gases de efecto invernadero.

A través de estos mecanismos de política pública, el país participa en los esfuerzos establecidos en el acuerdo de París para luchar contra el cambio climático y reducir la producción de gases de efecto invernadero. Sin embargo, esta propuesta es solo una de las tantas que se requiere para lograr un verdadero efecto sobre el cambio climático y sus consecuencias.



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